El proceso de formación del psicólogo es altamente enriquecedor, y está lleno de satisfacciones. Cuando una persona elige la psicología, quiere decir que ha tenido inquietud por el estudio de la psiquis humana, y por consiguiente, del comportamiento del ser humano desde lo más interno.
Estudiar psicología no es, en ningún caso, una formación para atender pacientes psiquiátricos. Estas áreas son distintas y tienen desempeños diferenciados, aunque en muchos casos, trabajen en conjunto de forma interdisciplinaria. Además, el psicólogo no tiene por qué dedicarse al estudio individualizado de pacientes, pues hay muchas áreas propias de la psicología social u organizacional que se pueden ejercer en la actualidad.
Las aspiraciones dependen de cada estudiante
Siempre que no estén basadas en prejuicios o en suposiciones infundadas, cualquier aspiración que tenga un estudiante para estudiar psicología es válida. No importa si se quiere dedicar a la psicología clínica o si sólo tiene interés por estudiar la psiquis humana desde un punto de vista meramente investigativo: la psicología posee muchas clases, y de ellas hay muchas vertientes, todas valiosas.
Los profesores, durante toda la carrera, irán otorgando sus aprendizajes hacia los estudiantes, y además, irán compartiendo sus respectivas aspiraciones, para lograr el éxito entre ambos.